Reflexión: Arquitectura bioclimatica y Eficiencia energética



El viento es uno de los parámetros más importantes a considerar en la arquitectura, ya sea para captarlo, evitarlo o controlarlo. Antiguamente, el viento era un componente de diseño presente en todo proyecto arquitectónico sin discusión. Este permitía refrescar el edificio de manera natural sin tener que acudir a costosos sistemas de ventilación mecánicos, práctica, hoy día común en la arquitectura del derroche en donde los costos de acondicionar debidamente una edificación sin elementos mecánicos o al menos eficientemente energéticos, parece inconcebible o no importa.



El conocimiento de las variables propias del viento (velocidad, dirección, frecuencia y turbulencia, nos permiten diseñar, de manera tal que podamos conseguir condiciones de confort óptimas en el interior del edificio, sin necesidad o minimizando los requerimientos energéticos de máquinas de aire acondicionado o calefacción.

Una vez, conocidos los conceptos anteriores, podemos contar con el conocimiento suficiente para determinar la forma del edificio, el tamaño de sus ventanas, la orientación correcta, y el funcionamiento apropiado de la ventilación al interior de la edificación, entre otros factores.



Al orientar la edificación en el sentido de los vientos dominantes podemos generar zonas de presión positivas (sotavento) y negativas (barlovento) que enfrían el edificio naturalmente, esto, acompañado de una adecuada selección de los materiales del edificio pueden ayudar a reducir las cargas energéticas de costosos equipos.

La energía eólica es consecuencia del desigual calentamiento del sol sobre la superficie terrestre, lo que causa el movimiento de grandes masas de aire que generan los vientos que mueven las turbinas generadoras de energía. Este tipo de energía, del cual es pionero Dinamarca es un tipo de energía limpia que no deja contaminantes en el medio ambiente y no requiere combustión. Si introducimos este tipo de energía en la arquitectura de conjuntos y edificios quizá llegarías al diseño de edificios óptimos energética y ambientalmente correctos y estaríamos propendiendo por el futuro de la energía en el mundo.

Por todo ello, el conocimiento del viento y su comportamiento, como elemento de diseño en la arquitectura actual, es imprescindible para que todo buen proyecto arquitectónico sea responsable y ético.


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