Viernes 10 de Marzo de 2017

Después de una ventana muy extensa, comenzó la clase de Taller de Diseño Arquitectónico, en donde seguí avanzando en la máquina de claroscuros. 
Al principio se veía sencillo soldar las caras del cubo, pero se puso complicado cuando había que unirlos y respetar las medidas, ya que al colocar el cubo parado, una pequeña inclinación dejaría inclinada la figura y no sería un cubo. Así que tuve que pegar la máquina en el borde de la mesa para poder soldar lo último que le faltaba, como se muestra en la siguiente foto:


El cubo casi completo:


Después de unos minutos, logre terminar de soldar, y la maquina quedo así:


Con el cubo armado, ahora con mis compañeros del grupo, nos pusimos a tapar las ventanas para que en la próxima clase pasemos a la etapa de ver lo de la luminosidad.



Al terminar la clase, tuve que dejar el cubo colgado en el taller (Vi a mi compañero Víctor que hizo eso con su cubo y encontré que era buena idea), ya que, si me lo llevaba para mi casa, en el camino se me podría romper o desarmar.

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